Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.»
Apocalipsis 20:11
Notas de sermón:
El Juicio del Gran Trono Blanco es un evento en el que aquellos que no conocieron a Jesús como su Salvador durante su vida se presentarán ante el Señor y serán juzgados por Cristo. Los cristianos no serán juzgados en este momento, serán juzgados antes de eso, en el tribunal de Cristo. Nadie puede escapar del juicio de Dios. El juicio del gran trono blanco se describe en Apocalipsis 20:11-15 y es el juicio final antes de que los perdidos sean echados al lago de fuego. Sabemos por Apocalipsis 20:7-15 que este juicio tendrá lugar después del milenio y después de que Satanás, la bestia, y el falso profeta sean lanzados al lago de fuego (Apocalipsis 20:7-10)
El profeta Daniel también escribió sobre este evento en una visión que recibió cientos de años antes: Daniel 7: 9-10 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Nadie sabe con certeza que es lo que contienen los libros mencionados en Daniel y Apocalipsis. Muchos teólogos especulan que contienen un registro de los pecados cometidos en esta vida y la deuda resultante de cada persona contra los que han pecado, incluyendo a Dios, cuyo objetivo es el de todos los pecados. los comentaristas de la Biblia creen que los libros en el Juicio del Gran Trono Blanco son registros de los “crímenes espirituales” de cada persona contra su prójimo y Dios. Los creyentes en Cristo escapan del Juicio del Gran Trono Blanco porque sus deudas y transgresiones ha sido pagadas por Cristo, Al final, el Juicio del Gran Trono Blanco subraya el hecho de que se hará la justicia de Dios y que, fuera de Cristo, esa justicia será aterradora, segura y definitiva.
I. JUAN VIO EL DIA POSTRERO
Es un trono blanco, en señal de la pureza del juicio que sigue. El que se sienta sobre él es más limpio de ojos para contemplar la iniquidad. Juan nos explica en su evangelio que Jesús dijo: “No os asombréis de esto, porque llegará la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz [la de Jesucristo]” (Juan 5:28). Muchas escrituras muestran que Dios el Padre ha encargado el juicio de los hombres a su Hijo (vv. 22, 30). Por lo tanto, Jesucristo es el único que juzgará durante el tiempo descrito en Apocalipsis 20:11-13. Apocalipsis 20 claramente afirma que aquellos resucitados serán juzgados “de acuerdo a sus obras”, es decir, por las cosas que realmente hicieron además de la oportunidad que tuvieron de conocer y entender la verdad de Dios. Pero, ¿condenará Dios a estas antiguas naciones que nunca tuvieron la oportunidad de saber o responder a la verdad de Dios?
Durante este futuro juicio, ellos tendrán el tiempo suficiente para arrepentirse sinceramente de las obras pasadas, ser bautizados y recibir el Espíritu Santo de Dios. Y, finalmente, aquellos que prueben ser obedientes a su Creador, heredarán la vida eterna en su reino. En cambio, aquellos que continúen rechazando la verdad de Dios y no quieran arrepentirse serán sentenciados a sufrir “la segunda muerte” (vv. 14-15). «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una SOLA VEZ y después de esto el juicio» (Hebreos 9:27)).
Dios especificó que sólo una sola vez deben morir los hombres porque habrá una segunda muerte que muchos tendrán que sufrir. Dios nos hace saber que aún antes de que veamos muerte por primera vez, hay manera de asegurarnos la salvación de la segunda muerte antes de que venga el día del juicio en el cual cada uno dará cuenta de sí a Cristo. ¿Qué es la segunda muerte? ¿Qué es el juicio? «Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios y los libros fueron abiertos y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el hades entregaron los muertos que había en ellos; Y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego» (Apocalipsis 20:12-15). Usted puede saber si vería la muerte segunda en el día del juicio si muriera en el día de hoy. ¿Está escrito su nombre en el libro de la vida? Actualmente hay personas que han sido engañadas porque no quisieron recibir la verdad de la palabra de Dios. No quisieron someterse a la justicia de Dios. Los pecados más comunes actualmente como lo son la fornicación, adulterio, homosexualidad, borracheras y la práctica de la brujería son cada vez más corrientes inclusive en las iglesias «cristianas». Estos pecados son considerados normales; o la gente, incluidos los que se dicen cristianos, tratan de justificarlos y también a los que cometen estos y más pecados en contra de los cuales la palabra de Dios habla fuertemente. Es una «muerte» en el sentido de que es una separación de Dios, quien es el dador de la vida. Se llama la «muerte segunda» porque sigue a la muerte física. Apocalipsis 21:8 explica la muerte segunda en más detalle: «Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda». Apocalipsis 2:11: «El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte». En este versículo, Jesús promete que los creyentes («los vencedores»; ver 1 Juan 5:4) no experimentarán el lago de fuego. La segunda muerte es exclusivamente para quienes han rechazado a Cristo. No es un lugar donde los creyentes en Cristo deben temer.
II. LA LECCION DE LA VISION.
Después de que Jesús regrese, el diablo es encarcelado por 1.000 años, y durante ese tiempo Cristo gobernará como rey sobre la tierra (un tiempo al cual a menudo se le conoce como el reinado milenial de Cristo; ver Apocalipsis 20:1-6). Una vez que los 1.000 años se hayan cumplido, Satanás será liberado, la última rebelión humana contra Dios aplastada, y finalmente Satanás es consignado a lo que la Biblia llama el Lago de Fuego (Apocalipsis 20:7-10). Este evento se conoce como el Juicio del Gran Trono Blanco. Apocalipsis presenta a Jesús siendo el juez sobre los vivos y los muertos, un rol que él predijo durante su ministerio terrenal: «Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo» (Juan 5:22). Es el juicio final de Dios sobre la humanidad. Después de este evento, nunca más existirá la necesidad de una prueba, y Dios nunca más se verá en la necesidad de actuar como un juez. Ninguna persona pasará la eternidad con Dios basado en obras y que solo la fe en Cristo salva a una persona (Efesios 2: 8-9). Juan registra que aquellos cuyos nombres no se encuentran en el libro de vida (es decir, los que están fuera de Cristo) son enviados al Lago de Fuego según sus obras (Apocalipsis 20:13, 15). Nuestras obras no pueden salvarnos, pero pueden condenarnos. El Juicio del Gran Trono Blanco implica el hecho de que se hará la justicia de Dios y que, fuera de Cristo, esa justicia será horrible, segura y definitiva.
Ninguna persona que no ha sido salva por la aceptación del sacrificio del Señor Jesús en la cruz va a escapar de ese horrible juicio contra el pecado. El Señor Jesús habló de ese momento. Mateo 7:23 “Y entonces les declararé: Nunca os conocí: apartaos de mí, hacedores de maldad.” Cada uno de ellos entonces serán echados al Lago de Fuego, por toda la eternidad. . tiemposprofeticos.org https://www.tiemposprofeticos.org/el-gran-juicio-de-trono-blanco/
Se acerca el día del juicio final. No hay lugar donde esconderse. Es un momento solemne Los que rechazaron la salvación, los que se burlaron del evangelio, estarán allí. Ya no podrán excusarse por su incredulidad. De allí nadie podrá escapar, allí ya no hay esperanza, allí recordarán por la eternidad las oportunidades que tuvieron para arrepentirse. El que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Usted que ya aceptó a Cristo no estará allí. El Señor nos libró por su amor, por su gracia, por su misericordia. Pero para los que no han creído todavía hay tiempo para que se asegure de evadir el lago de fuego, todavía hay tiempo para que ponga su confianza en Jesús como su salvador personal, escuche a Cristo hoy: El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24
Crea Hoy.