Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. 2 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. 3 Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. 4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. 5 Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. 6 Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová. 7 Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová. 8 Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. 9 Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente.
A Jericó también se le conoce con el nombre de la ciudad de las palmeras (Deuteronomio 34:3) el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar. Una de las ciudades más antiguas del mundo, era una ciudad que estaba rodeada de muros fortificados de un espesor aproximado de 6 metros. de ancho por 9mts. de alto. “Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días” (Hebreos 11:30). La verdadera fe es constante, y siempre, debe perseverar hasta el final de nuestra vida. Pero como ocurre con algunas personas, esta primera generación retrocedió debido a que no tuvieron verdadera fe (Hebreos4:2). Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Llegaron al borde de la Tierra Prometida, pero luego creyeron el reporte de los espías infieles que dudaron de la habilidad de Dios para darles Canaán. Como resultado, fueron cortados de las promesas de Dios y enviados a vagar durante cuarenta años en el desierto (Números 13:25. 14:38).25 Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días. 38Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra. Las personas con verdadera fe heredarán las promesas, y sólo aquellos que perseveran hasta el final tienen verdadera fe, y esa fue la segunda generación fiel de aquellos quienes salieron de Egipto. Los muros de Jericó cayeron como resultado de la fe de esa generación (Hebreos11:30). Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
Josué 6:1-9
Pastor Juarez
Notas de sermón:
I. Ciudad bien protegida por altos muros.
Dios ordena a la gente a marchar alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días. En el séptimo día que se les dice que marchen alrededor de la ciudad siete días y luego gritar. Los soldados que montaban guardia encima de los muros podían observar muchos kilómetros a la redonda. Jericó era un símbolo de poder y fuerza militar, y los cananeos la consideraban invencible. Durante siete días consecutivos, los israelitas, conducidos por Josué; dieron una vuelta a la muralla de Jericó acompañados por los sacerdotes que hacían sonar trompetas, mientras los habitantes de la ciudad se burlaban de este ridículo método de conquista. Pero el séptimo día, las vueltas fueron siete en total y la muralla se derrumbó. Sólo quedó en pie el trozo al que estaba adosada la casa de Rahab de cuya ventana colgaba la cuerda roja. Como los muros de Jericó, en la vida de todo ser humano, siempre existen y existirán barreras de las cuales algunos serán victoriosos y otros saldrán derrotados… Ahora piense usted por un momento las barreras que la vida le ha puesto a usted… Jesús le quiere decir esta mañana que hoy usted puede romper Barreras… hay barreras físicas que son necesarias, tanto como en el campo moral y espiritual, Dios ha establecido para Su pueblo barreras que son indispensables, con el fin de preservarnos de la corrupción del pecado que nos rodea: “14No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré…” (2Corintios 6:14-17). Pero existen barreras a romper
. Podría ser una relación en el trabajo, o en la casa imposible de salvar
· Ese documento que es imposible de obtener ( VISA )
· Un préstamo para comprar una casa.
II. Dios derriba los muros.
Es un Dios que entra en acción para derribar lo que se interpone en su vida. Para entrar en las promesas de Dios, tenemos que aprender cómo romper barreras, así como Josué en su necesidad de derribar los muros de Jericó. Para seguir creciendo en cualquier aspecto de la vida, y en especial en nuestro servicio con Dios, es necesario aprender como romper barreras. Si no dependemos de Dios no podemos cruzar ciertas barreras espirituales hasta que sea el tiempo de Dios. Esto implica que hay un proceso de fidelidad que Dios exige a cada uno de nosotros. Es probable que NO ESTEMOS LISTOS para romper algunas barreras en este momento. Tenemos que pasar por diversas pruebas y permitirle al Señor poner fuerza en nuestras vidas y prepararnos para el momento en que Él nos diga que hay que movernos. Hay muros que nos detienen de conseguir las bendiciones de Dios.
Bendiciones que Dios nos da y están a la mano y al mismo tiempo parecen estar tan lejanas. Pero son muros que el enemigo ha construido para mantenernos sin esperanza. Muros que hoy necesitan derrumbarse. Es vital no dar lugar a la incredulidad de que Dios puede darlo. No dejemos que la incredulidad mire murallas y gigantes, la FE mira al Señor y la Tierra Prometida. Como en el caso de Rahab, es posible que detrás de esas paredes y muros hay gente que se puede salvar 6:17; Mateo 1:5 Detrás de esas paredes y muros está la felicidad de todos en la casa
III. Obedeciendo a Dios.
En la experiencia del Pueblo de Dios al derribar los muros de Jericó, la Palabra de Dios nos dice cómo vencer las barreras que Dios nos permite enfrentar. Pero demanda Obediencia. Esto no se puede hacer antes del tiempo de Dios, como en el ejemplo trágico de Saúl (1 Samuel 13:12-15). Tampoco se puede hacer después del tiempo de Dios, como se observa en el mismo pueblo de Israel cuando quisieron entrar en la Tierra Prometida cuarenta años antes después de haber rechazado el reporte de esperanza que ofreció el mismo Josué y Caleb (Números 13). que tu fe estalle desde dentro de ti con tal fuerza y poder, que los MUROS de la enfermedad, la necesidad, el miedo, el fracaso….y de los imposibles: ¡se DERRUMBEN! Y, ‘por la fe’, seas lo que estás llamado a ser: ¡un conquistador! Como conseguirlo de acuerdo con Dios. Porque Josué hizo absolutamente lo que Dios dijo. Era un hombre que confió y obedeció a Dios. Lo importante es que tuvieron paciencia y Fe. Dios pudo haber derribado los muros en un día y darles la Victoria, pero tenían que esperar la orden de Dios y el tiempo designado como parte fundamental del triunfo. confiaron en Dios, lo que para ellos era IMPOSIBLE. Todo estaba en contra de ellos, pero Dios estaba de su lado y eso fue la gran diferencia. Cuando Dios no permite, aunque queramos no se puede. Cuando Dios nos dice que si: hay que responder lo antes posible. !No hay pared ni muro en la vida del cristiano que Dios no pueda derribar! Cuando nos proponemos romper barreras, Dios nos respalda. Él nos va a permitir ver sanidades, milagros, y gente convertida a Su verdad al ver nuestro compromiso. Es importante señalar que las victorias llegan de Dios, no de nosotros. La batalla de Jericó no es ninguna guerra carnal; es una guerra entre Dios y Satanás. A Israel fue de Dios quien le saco de Egipto. Fue Dios quien dividió las aguas, y Él ha abierto las puertas para que usted llegue a Él. Es el Espíritu Santo quien nos guía en nuestras vidas. Las guerras espirituales se pelean en el cielo. No en la tierra. Tiene más poder una oración que toda nuestra inteligencia y sagacidad. En medio de esas luchas el Señor se glorificará. Usted es importante dentro del plan de Dios. No importa lo fuerte que parecen esos muros y que impiden la bendición de Dios, estos se van a caer. Esta es la voluntad de tu Dios desde el principio. Dios está dispuesto a derrumbar estos muros y darle a Israel la victoria desde el principio. El atraso se da cuando no obedecemos a Dios. La bendición es que somos el fruto de su victoria. Usted se convirtió en el trofeo de Dios. 3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 2Corintos 10: 3-5 Acepte a Cristo como su Salvador, la obediencia a Dios produjo como resultado una victoria que parecía imposible. Hay poder cuando usted decida seguir el consejo de Dios para su vida. Porque un corazón humilde es lo que agrada a Dios y no lo desprecia. Hoy es día de victoria.
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